jueves, 9 de octubre de 2008

Un respiro

Doy gracias a la "claridad" que llegó a mi en los últimos días. Decidí vivir tres meses haciendo “otras cosas”. Es mi felicidad por el momento, y cuando las cosas no están claras, aún después de mucho pensar, creo que es mejor simplemente "aflojar" y no planear mucho, vivir de acuerdo a lo que a uno le causa más placer. Por ahora, quiero dedicarme a leer mucho, hacer ejercicio (como nunca lo he hecho, lo necesito a gritos) y por qué no iniciar terapia o algo así.

Creo que en enero, cuando el sol brille más, y las alegrías de un nuevo año retornen, retomaré todo con ganas y fuerza, deseo sentir ese deseo inmenso de regresar a los libros y a todo ello como si en verdad fuera lo más importante. Si hay algo que detesto es hacer las cosas a medias; es como no hacer nada y tiene un efecto en mí tremendamente aburrido y desmotivador. Ojala me anime a escribir esos cuentitos que me dan vueltas en la cabeza, creo que sería importante.
Creo que parte de la libertad es, también, sacarle la vuelta a lo planeado cuando sientes que hay una mejor salida, aunque suene a escape.

Debo reconocer que todo es parte de mi terrible necesidad por tratar de correr persiguiendo o tratando de alcanzar mejores cosas, un mejor perfil en la carrera, y algo de qué sentirme orgullosa. Ok, 26 años ya casi cumplidos no son tantos pero tan poco son muy pocos, es que a veces siento que he perdido el tiempo, y por momentos me sorprendo de pensar, repaso las cosas que he hecho año a año y no logro encontrar un solo mes en el que haya malgastado mi tiempo, resulta extraño pensar entonces por qué siento que en verdad no he logrado nada, puede ser y es una presión muy grande en mí. Creo ahora que correr, no es sinónimo de avanzar.

martes, 16 de septiembre de 2008

Pido disculpas a mi Blog y a las personas que en algún momento han leído o leen mi blog por escribir después de tanto tiempo, de alguna manera siempre escribo cuando en mi cabeza rondan cosas que no puedo sacar. Y hoy sucedió esto.

¿Incomptabilidad, flojera ó 0 motivación?

Todavía sigue ocurriendo. Pensé que sería solo me tomaría un poco de tiempo agarrarle la viada y práctica a los cursos. Un poquito de amor por los números y las ciencias exactas, un poquito de ternura por las utilidades y el proceso técnico de las ganancias.

Creo fielmente en lo que una vez escuché sobre la administración, era algo así “El arte de la administración no es generar utilidades, sino hacer que todo el proceso administrativo logre un engranaje productivo (no sólo de mantener márgenes de utilidad) para todas las partes que lo componen” o tal vez fue una idea que generé yo misma.

Sucede que llevo ya un año tratando de lidiar con la universidad por las noches. Siempre quise ser universitaria, fue parte de mis sueños frustrados de adolescencia, pero quizá no de esta manera. Por cosas del destino terminé estudiando esta carrera en un programa para “adultos” con “experiencia” en el campo. Reconozco que nunca pensé, en mis años de secundaria, que terminaría haciendo lo que hago ahora, nunca me imaginé metida en un escritorio haciendo algo que no usara ni un ápice de creatividad. Me gusta el servicio, más no las cuestiones prácticas, sin embargo terminé resolviendo problemas prácticos de una oficina y ya llevo más de 5 años haciendo lo mismo. Consecuencia de esto: el inicio de una carrera administrativa que no sé cuándo ni cómo voy a acabar.

OK, antes tenía la plena confianza de que hiciera lo que hiciera lo haría bien, y así era. Pero ahora simplemente no sé. Es como que no me siento encajada en esos temas, no encuentro nada profundo ni estimulante en las clases que escucho, y lo que es peor, tengo pésimos ejemplos de lo que no quisiera ser. Tengo muy cerca una mujer fría, calculadora, toda una ejecutiva altanera, con casa en la playa (lo cual me parece perfecto, ok, de eso no me quejo), que nunca vi procurar bienestar a nadie más que a ella misma, y que premian por ser un ejemplo. Ok, tal vez esto no es suficiente. Hace poco me reía con una amiga de un banner que publicaba la empresa en la que trabajo, aparecía una niña puneña, hija de alguna familia de las comunidades, pequeñita, con un globo con el logo de la empresa, sonriendo. La imagen de la niña es tierna, sin duda, pero me pareció la imagen del marketing más burdo. ¿Qué ha hecho esta empresa para colgarse de la sonrisa de esa niña? ¿Acaso le han ofrecido estudios, bienestar o trabajo a sus padres? Lo dudo mucho, por lo cual no me parece justo que por un día de ayuda social se cuelguen de esa imagen. No exagero, simplemente sé que ese tipo de imágenes no deberían usarse para reflejar el trabajo supuestamente serio de una empresa. Finalmente, de este lugar solo puedo decir que es todo lo contrario a lo que yo considero que debería ser un buen ejemplo de lo que deseo hacer en el futuro. Construir aquí es imposible.

Es algo triste y decepcionante que en un año de carrera los profesores de “especialidad” si se puede llamar así hayan resultado los peores profesores de todos los cursos, lo digo esto con lástima, porque no es lo mismo llevar una clase con alguien que siente pasión por su carrera y alguien que piensa que enseñar una carrera es redactar una receta, y que cualquier libro del tema fuera mil veces más interesante e inspirador. Terrible para mí.

Solo espero equivocarme, encontrar un día un modelo, un ejemplo motivador, que en la teoría o en la práctica demuestre que los negocios son más que ganancias. Que es bello manejar un grupo de gente y llevarlo a conseguir objetivos, logrando un trabajo digno y, si fuera posible, armonioso. Sentir pasión por ofrecer servicios orientados a la satisfacción de otros. Ojalá algún día me diga a mí misma que estoy equivocada y que todo este desgano es mero producto de mi flojera, más no de la incompatibilidad de gustos e intereses. Ojalá.

16 de septiembre, después del Grito de Independencia del 15 de septiembre que no pude ver

16 de septiembre, después del Grito de Independencia del 15 de septiembre que no pude ver


Hoy es 16 de septiembre, día de la Independencia de todos los mexicanos. Sí, de todos. Los que viven en aquel país del norte-centro de América, que salieron a festejar su Grito de Dolores en esa plancha oscura, llamado Zócalo del DF. Es día de nuestra independencia, también para nosotros que vivimos fuera, que ya hemos olvidado un poquito el sabor de los chiles jalapeños y el acidito de las frutas con chile picante que venden en los mercados.

Es cierto, conozco más de otros sitios, aprendí a amar otros lugares, otras personas. Pero existe algo indudable, que ciertamente ningún mexicano puede desempolvarse por completo. Ese sentimiento puro y extremo cuando suena un “Viva México” “Vivan todos sus héroes” “Viva la patria”. Aunque viva toda mi vida esté fuera y no quiera vivir nunca en el DF sentiré un orgullo tremendo por esa tierra llena de color y vida, de amor y coraje.

jueves, 19 de junio de 2008

Frida Kahlo

Pocas personas entienden las pinturas de Frida Kahlo. Y en realidad creo que después de conocer casi todas sus pinturas (y la historia de ellas), aún sigo sin apreciar sus cuadros de una manera objetiva. No puedo decir que soy todo una conocedora de arte, ni mucho menos crítica de las artes plásticas. Lo que sí puedo decir es que las pinturas de Frida Kahlo simplemente me estremecen demasiado.

La primera vez que supe de Frida Kahlo fue en una exposición de arte en el Museo de la Nación en Lima, hace aproximadamente 10 años. Recuerdo vagamente que había una réplica de Frida acostada en su cama, y de varios cuadros de ella recuerdo especialmente el de “Las dos Fridas”. Me quedé con dos cosas en la cabeza: (1) Frida era lesbiana, y (2) Frida se quería auto eliminar por el profundo sufrimiento que le producía la infidelidad de Diego Rivera.

En el 2005 estuve en México, paseando por Coyoacán con unos primos. Siempre se me pasaba por la mente buscar la famosa Casa Azul de Frida Kahlo, ellos no tenían ganas de ir, y tampoco creo que conocían muy bien donde quedaba.

El año pasado, fuimos por fin mi Atin y yo a conocer su casa. No teníamos la menor idea de que una semana después se celebrarían los 100 años del Nacimiento de Frida. Estaban proyectando en el patio unas películas sobre su vida, había unos cuantos mexicanos y varios extranjeros mirando la proyección. Había una pequeña tienda-café al fondo de la casa, donde vendían souvenirs, todo relacionado a Frida y la cultura mexicana. Entré a los baños y sentí una fuerte sensación de haber estado antes ahí. Tal vez de niña, estando en jardín o en la primaria, alguna vez fuimos de excursión a su casa (¿?). Me parecieron acogedores los bañitos públicos. Me imaginé a Frida corriendo de niña por ahí, haciendo travesuras. Filmé un poco lo que se veía de su habitación, que está en un segundo piso y tiene vista al patio y a la piletita (que me pareció extraña), y pude filmar un poco las cosas que había en ella.

Frida Kahlo, la gran Frida Kahlo. Después de investigar sobre ella, llego a la conclusión que su arte me sobrecoge por el hecho mismo que refleja su vida entera. Su vida misma es sobrecogedora, fuente de inspiración de mexicanos costumbristas, artistas, historiadores, feministas… México es ella. Un poco de locura, mucho atrevimiento, mucho color, mucha fuerza, mucha mezcla, mucho sentimiento, mucha necedad, mucho de todo.

Todos sabemos sobre sus accidentes, su amor loco por Diego Rivera y su carácter exagerado, lleno de excesos. Pero en el fondo, para mí, Frida es desde que nace, la persona que busca la autoafirmación. En sus cuadros refleja la necesidad de convertirse en realmente alguien, plasmando su dolor, ira y violencia en cuadros hermosos donde, ¡ella misma se hace bigote!, donde su mundo hermoso y horrible es ella misma, donde su tortura y pasión conviven en el mismo cuadro.

La vida y obra de Frida Kahlo es y será siempre motivo de emoción para mí (Nací en Coyoacán, me siento orgullosa de ello). Si un día me preguntaran, a que mujer me hubiera gustado conocer en la historia, mi respuesta definitiva sería: Frida Kahlo.

domingo, 15 de junio de 2008

Feliz día Papá

Hoy es domingo, día del Padre. Me desperté temprano, como nunca en domingo, ví a mi esposito durmiendo y lo abracé: feliz día mi chiquito. Le dí el empaque de las dos cristales de chocolate y lo ví sonreir medio dormido, abrí la ventana de mi cuarto y encontré un día hermoso, con sol y un cielo celeste, roto por las nubes, parece cielo de la Sierra, que lindo. Mi esposo no es aún padre, pero yo siento que nuestra conexión desde hace mucho tiempo es el de papás en espera. No planeamos tener bebés ahorita, por el tema de los estudios, pero siempre hablamos de nuestra Belén y Joaquín (si, me ganó con el nombre) como si estuvieran ya aquí. Creo que no planeamos sentirlos de esta manera, simplemente están aquí aunque no existan aún.

Todavía no son más de las ocho de la mañana y yo despierta, sucede que me despierto temprano cuando son domingo de fiesta. Sí, saldremos a comer con el papá de mi esposo, y con su hermano. Debemos levantarnos temprano y tomar desayuno con ellos.

En mi vida solo he tenido dos figuras paternas importantes: mi abuelo materno y mi esposo, padre de mis hijitos que como ya expliqué están pero no existen aún.

Mi abuelo fue la persona más influyente en mi vida. Aunque no sea directamente su hija, los razgos más fuertes de mi carácter los heredé de él. La seriedad, desprendimiento, el hecho de tomarme todo tan a pechoy mi problema con los nervios, lo he heredado directamente de él. Mi abuelito es un hombre capaz de lograr sanarte con sus oraciones, tiene una fé que nunca he visto, ha sido capaz de criar bien a 10 hijos, de involucrarse y apoyarlos hasta el final a todos. Cuando murió mi abuela y el tuvo más de 60 años decidió rehacer su vida, yo lo entendí perfectamente, volvió a bailar, regresó a su pueblo adorado a vivir su vida de nuevo. Cómo lo admiro. Hace un año que lo ví, llegué de recién casada a presentarle al hombre de mi vida, y pasamos todo un día con él en su casita y caminando por la plaza principal del pueblo. Es un hombre tan sencillo, que ama sus plantas, sus caminatas, su familia. Es como un templo, cuando yo era niña aprendí a caminar a su paso apurado, y me sentía segura estando con él. Lo escuchaba decirle a mi mamá: no seas cobarde, si yo he podido con diez hijos, por qué no puedes tu con dos. Y cuando me escuchaba gritarle a las personas lo que yo creía era mi verdad, me decía que las personas inteligentes callan y escuchan primero, que no era de inteligentes soltarse a hablar por hablar. Mi papito lindo, espero que puedas disfrutar de tus caminatas por mucho tiempo más. Mary y todos nosotros te necesitamos. Te amo abuelito, feliz día del padre.

viernes, 13 de junio de 2008

Aguantar

A veces pienso que soy de ese tipo de personas que aguantan demasiado, siempre me queda un puchito más de paciencia para apostar por alguien que ya en algún momento me ha jodido.

Reconozco que otras personas ven en mí a alguien pasivo, que voy a aguantar permanentemente faltas de cortesía, malas caras, olvidos, etc. Y sí, es cierto, a las personas que quiero les perdono casi siempre todo. Tal vez sea mi nivel de “dependencia”.

Llevo en esta empresa casi cuatro años, y he aguantado de todo: un mañoso asqueroso que hablaba sobre mi parte trasera, le conocí cochinada tras cochinada, y una vez que trajo a su amante, que no sabe ni hablar bien castellano, para presentarla como a la empleada perfecta me pareció ¡demasiado!, claro, y ustedes me dirán que eso pasa en todos sitios, y reconozco que sí, es muy común. Pero que sucede si hay otros especimenes que creen que esta es su tierra sagrada, quieren convertir un incanato (como diría Vane) para que se les rinda culto, y traen a su gente igual o peor de “contaminada”, que no ven otro tipo de trabajo que no sea con “comisión”, que se jalan uno tras otro para conseguir ser todos patas, sin importarles un carajo si la empresa crece o se cae, total hay que sacar lo que se pueda mientras exista el famoso "boom" de la minería. Que asco. Y después cuatro gerentes en cuatro años, la penúltima, una tía que creí lo máximo, que me enorgullecía de que fuera mujer y que pudiera tener todo el poder ante la bola de corruptos, pues sucede que de nada sirvió que tanto la defendiera, al final, a penas me vio un poquito de capacidad o criterio, me mandó a poner un bloque de concreto para quedarme donde estoy, gracias tía, algún día tendré los títulos que usted ostenta y no quisiera parecerme ni un minuto a usted. Tal vez vote bilis hasta decir basta, perdónenme no siempre soy así.
Y ahora, el último, no sé que decir, solo pienso que no tiene la menor idea en donde se metió, pobre. Mientras tanto trato de entender por que habla tanto solo y la mayor parte del tiempo reniega. Lanza sus fuck fuck a diestra y siniestra, yo no creo que aguante demasiado. El mes pasado lo escuché hablar con sus compatriotas y se burlaba de "nosotros", decía que en Bolivia nunca había visto "gente así". Terrible en serio. Esto es un minicongreso. Yo no quisiera involucrarme más. Por mi que me voten hoy. Ya suficiente tengo con salir todos los viernes cansada mentalmente, como si anduviera en un campo de batalla. Es extraño como la gente que vale la pena terminan sacándola con tanta facilidad y a la gente que aprovecha lo mínimo para sacar provecho de la situación terminan finalmente quedándose. Catarsis laboral, sólo mi pobre gordo me entiende.

A esto me refiero cuando digo que en verdad mi capacidad para aguantar situaciones adversas esá relacionado con mi "dependencia", en verdad tengo miedo de renunciar o simplemente decir ya culmina mi contrato, me voy. Más que el tema económico es la dependencia sentimental que tengo con este trabajo. He aprendido yo sola mucho, cuando recién llegué mi espíritu colaborador, emprendedor y "camiseta" me llenó por completo. Y ahora siento que después de este largo tiempo aquí, siempre será parte de mí, como algo que ví creciendo y poco a poco irse al cacho (o tal vez siempre ha estado torcida la situación, y tuve la esperanza, con cada cierto tiempo, de que todo iba a ir por el buen camino).

Mis otras dependencias van del lado más familiar y amical y ya después hablaré de ello. Por ahora sólo tengo que concentrarme en saber parar las situaciones adversas, y volver a empezar, desde cero, no me importa.